Si viéramos más allá de nuestra feliz fiesta de navidad donde todos los mensajes son de amor , solidaridad y perdón,  nos daríamos cuenta que para muchas personas y animales no son la mejor fecha que podrían esperar.

Millones de animales son sacrificados al año para terminar como alimento o como parte de un producto de consumo comercial. En Navidad esta cantidad se dispara por ser una época de alta incidencia comercial y cultural. Ignoramos que estos animales sintieron dolor y temor al ser esclavizados, asinados y finalmente asesinados para simplemente satisfacer nuestro paladar. Aún así, seguimos pensando en la ¡Feliz Navidad!

Cerdos, corderos, pavos son el banquete que no puede faltar en la cena de noche buena, muchos de ellos sacrificados a temprana edad, no sin antes ser castrados. La sangre de estos inocentes animales rebosan las mesas familiares y estos son comidos con desenfreno. De aquí el famoso decir de las mujeres de “ en navidad no sigo la dieta”. Mientras , en un mundo no muy lejano, miles de personas están muriendo de hambre. 

Esperamos las fechas, para hacer lo que los medios nos dicen: gastar, gastar y gastar. Queremos regalarle a nuestros hijos, el último juego que salió al mercado, porque “esto es lo que está de moda”, ponernos los deportivos de la última colección de “Nike” porque los que tenía “ ya no están in”, comprar galletas navideñas “Nestlé” porque son las que tienen los dibujitos navideños y son las que salen en televisión. Pero, ¿ a costa de que? A costa de miles de personas y niños esclavizados, animales muertos, abusados y explotados y como si fuera poco millones de arboles talados.

Nuestra propuesta es hacer de la navidad una verdadera época de amor, sin egoísmos, donde no pensemos solamente si es feliz para mi, sino, lo que consumo ¿hace infeliz a otro?